Usualmente, cuando hablamos de economía, inmediatamente pensamos en cifras, datos y análisis objetivos. Sin embargo, existe una rama de la economía que se centra en las opiniones y juicios de valor: la economía normativa.
A menudo se afirma que la economía es el motor que impulsa la evolución de las naciones.
Pero más allá de las cifras, existe un territorio donde los valores, las prescripciones y los deberes se toman el centro del debate económico. Para comprender esta dimensión es indispensable preguntarnos ¿qué es la economía normativa?
Qué es la economía normativa
La economía normativa se ocupa de lo que debería ser y formula recomendaciones de política económica basadas en juicios subjetivos, de forma diferente a su contraparte positiva, que se enfoca en describir la realidad.
En este sentido, es una rama de la economía que utiliza juicios de valor para juzgar la economía. Es decir, se basa en opiniones sobre lo que es bueno o malo, justo o injusto, y se preocupa por cómo deberían asignarse los recursos para alcanzar los fines deseados.
Cómo se clasifica la economía normativa
La economía normativa se puede clasificar según distintos criterios de juicio, como la eficiencia, la equidad, la sostenibilidad, entre otros. Estos juicios se basan en valores y objetivos que la sociedad considera deseables.
Por ejemplo, cuando hablamos de inversiones, un juicio normativo podría ser priorizar proyectos que no solo sean rentables, sino que también generen empleo local, respeten el medio ambiente y promuevan la equidad social.
Diferencias entre economía positiva y normativa
Mientras que la economía positiva se puede probar y validar con datos, la economía normativa es más especulativa y basada en juicios personales.
Para que lo tengas más claro, imagina que estás evaluando si invertir en un proyecto de energía renovable en Perú.
La economía positiva te dirá cómo es la situación actual del mercado, cuál es la demanda de energía, cuáles son los niveles de inversión necesarios y qué retorno puedes esperar.
Por otro lado, la economía normativa te hará pensar en si invertir en energía renovable es bueno para el medio ambiente, si contribuye al desarrollo sostenible del país y si es justo para las comunidades locales.
Características de la economía normativa
La economía normativa se caracteriza principalmente por su:
Subjetividad: se basa en opiniones personales y no en hechos observables.
Juicios de valor: implica declaraciones que reflejan las convicciones y preferencias de quien las emite.
Implicaciones políticas: las proposiciones normativas suelen conducir a recomendaciones para la creación de políticas públicas.
Prescriptiva: busca guiar las decisiones económicas hacia lo que se considera deseable o éticamente correcto.
Aplicaciones de la economía normativa
Aparece principalmente en el diseño de políticas públicas, donde los objetivos de la comunidad se conjugan con los análisis económicos para definir cursos de acción.
Críticas a la economía normativa
La economía normativa también recibe críticas, principalmente por su falta de objetividad. Algunos expertos insisten en que las decisiones económicas deben basarse en datos y no en valores subjetivos.